11 de febrero 2005 -11 de
febrero 2015.
"PROHIBIDO OLVIDAR"
Hablar del desastre natural acaecido en Santa Cruz de
Mora el 11 de febrero del año 2005, es para algunas personas olvidado, a pesar
de las experiencias vividas y que nuestro pueblo quedó casi en ruinas, dicen
que ya pasó, que no perdieron nada, para qué recordar.
Hago un llamado de reflexión a todos ellos (as). A pesar que mi casa quedó
en pie, gracias a Dios y la Santísima Virgen; mi mamá, papá, hermana y muchos
amigos(as) son sobrevivientes del sector más afectado “El Aserradero”. Fue muy difícil para ellos quedar sin casa, sólo
con la ropa que cubría sus cuerpos, les tocó
caminar descalzos, porque perdieron los zapatos tratando de salvar lo
más valioso, sus vidas, esa oscura noche les alumbró la Vela de Candelaria
subiendo la montaña de Paiva, su fe en Dios fue tan grande que sufrieron caídas
pero a ejemplo de Jesucristo se levantaron y siguieron adelante; no sólo el
antes mencionado, otras aldeas y sectores de nuestro Santa Cruz de Mora
quedaron incomunicadas y casi destruidas, como fueron: El
Tabacal, Romero, El Mamón, Carmania, El Calvario, Quebrada del Barro, La Parada,
Puerto Rico, El Guayabal, entre otras. Pero las ganas de salir adelante
pudieron más que la adversidad.
La Iglesia Católica desempeñó un papel fundamental,
la estructura del majestuoso Templo Nuestra Señora del Carmen sirvió de refugio
para muchos damnificados, en los momentos más tristes cuando casi todo se creía
pérdido. La ayuda espiritual y material también se pudo evidenciar, el apoyo incondicional por parte de los
Presbíteros Javier Muñoz Párroco y Jesús
Quintero Vicario Parroquial para ese entonces respectivamente; sus manos fueron
extendidas a todos los necesitados, de igual manera, sabios consejos, sus
cualidades están escritas en la historia santacrucense y en nuestros corazones,
que el Dios Todopoderoso les bendiga y fortalezca cada día mas sus ministerios
Sacerdotales. Diez años parecen poco tiempo, pero es una década, y es preciso conmemorar (recordar) esta fecha que
nos trae recuerdos de mucha nostalgia por los desaparecidos,como buenos
cristianos encomendamos a Dios porque hayan sido perdonados sus pecados y sus
almas descansen en paz en el Reino del Señor, de igual manera, siga bendiciendo
a nuestro querido pueblo. Las pérdidas materiales fueron de gran magnitud, pero
algo que quedó experimentado es que lo material por difícil que parezca es
recuperable, lo más importante es la vida. Algo que fue notorio es esos días de
tragedia era la solidaridad, aunque diez años después algunos han olvidado que
hay que hacer el bien y no mirar a quien, pues ya han endurecido sus corazones,
ni siquiera estacionan un carro para llevar a un amigo o vecino, es triste,
pero cierto, ahora pues, yo me pregunto, ¿dónde quedó la solidaridad y la
hermandad tan expresada el día de la tragedia y los días siguientes?, ¿o acaso,
nos acordamos de Santa Bárbara es cuando truena? No, hermanos, Jesús nos enseña
a amar a nuestro prójimo y compartir lo que tenemos, recordemos algo que cuando
morimos no nos llevamos nada material, y
que sólo nos llevamos las buenas obras que desinteresadamente hemos ofrecido.
A quienes fueron damnificados y supieron confiar en Dios para salir adelante, les felicito de todo corazón, bendito sea Dios por quienes tienen una nueva vivienda, comercios, trabajos, estudios, carreras universitarias… Santa Cruz de Mora luego de esta vaguada está recuperado gracias a su gente trabajadora y a todos quienes colaboraron; instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación social que mostraron al mundo rápidamente lo aquí ocurrido, para que pronto llegara la ayuda necesaria, y así fue. Le pido a la Santísima Virgen del Carmen nuestra excelsa Patrona, que bendiga nuestro amado pueblo y nos enseñe a cuidar la naturaleza; hay que sembrar árboles, cuidar las montañas y sobre todo dar gracias a nuestro padre Dios por dejarnos con vida, para contar a las futuras generaciones lo aquí vivido y promover la oración, fe y devoción en Dios, la Virgen y San Cristóbal. Que los once de febrero de cada año continúe conmemorándose, porque recordar a través de la oralidad, fotografías y videos, permitirá marcar la historia en un antes y un después, del día que las aguas buscaron su cause natural.
A quienes fueron damnificados y supieron confiar en Dios para salir adelante, les felicito de todo corazón, bendito sea Dios por quienes tienen una nueva vivienda, comercios, trabajos, estudios, carreras universitarias… Santa Cruz de Mora luego de esta vaguada está recuperado gracias a su gente trabajadora y a todos quienes colaboraron; instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación social que mostraron al mundo rápidamente lo aquí ocurrido, para que pronto llegara la ayuda necesaria, y así fue. Le pido a la Santísima Virgen del Carmen nuestra excelsa Patrona, que bendiga nuestro amado pueblo y nos enseñe a cuidar la naturaleza; hay que sembrar árboles, cuidar las montañas y sobre todo dar gracias a nuestro padre Dios por dejarnos con vida, para contar a las futuras generaciones lo aquí vivido y promover la oración, fe y devoción en Dios, la Virgen y San Cristóbal. Que los once de febrero de cada año continúe conmemorándose, porque recordar a través de la oralidad, fotografías y videos, permitirá marcar la historia en un antes y un después, del día que las aguas buscaron su cause natural.
Original de: Licenciada Leida
Esther Chacón
Especialista
cultural
Santa Cruz de Mora,
estado Mérida- Venezuela 06 de febrero de 2015.